Expectativa vs Realidad
Todos tenemos una idea preconcebida sobre algo, alguien, profesiones, lugares, estilos de vida… Esto depende en gran medida de la fuente de información de la que bebas, de la educación recibida, de las amistades que tengas, la edad y si queremos simplificarlo de manera coloquial podríamos decir que “depende quien te haya contado la película” (Al menos en Cádiz decimos que cada uno cuenta la feria como le ha ido) Hoy día, en una vida llena de filtros tanto visuales como morales, difícilmente es posible encontrar la “realidad” de algún lugar sin haber estado antes y el problema es que insistimos en ello o mejor dicho lo intentamos mediante una información edulcorada de otros, por lo tanto creo que y depende mucho de la predisposición personal de cada uno de iniciar un viaje como un lienzo en blanco para que la realidad no te golpee. La ecuación es bien sencilla; Menos expectativa es igual a mejor experiencia. Aún recuerdo en mis años mozos y cargado de virginidad, que los adelantados de la clase aunque inexpertos, hablaban del sexo como una de las experiencias sublimes que rozaba el poder alzar el vuelo. Cuando llegó mi despegue en dichos temas, con aquel plástico en la polla, operado de fimosis y con menos sensibilidad que una pierna ortopédica, al acabar el acto y sin mi volcán haber llegado a la erupción, me quedé sentado en aquel banco, con el culo raspado por piedrecitas mirando a la otra y pensando si para aquella puta mierda había merecido la pena tanta intriga, tanta expectación y si realmente aquello no mejoraría en un futuro. Si en temas sexuales y creo que la mayoría estamos de acuerdo en ello, ha mejorado desde el primer polvo mediante la práctica e información, en esto de las aventuras la experiencia funciona mediante la desinformación. Lo complicado de la aventura a según que sitios es desprenderse de tópicos, leyendas, experiencias de otros y es por ello que hoy día en un mundo super globalizado donde con un click tenemos la “información” (véanse las comillas) es muy muy difícil salir como un lienzo en blanco, desprenderse de lo aprendido, de la conciencia. Sí, un inconsciente será más libre y disfrutará más de una aventura que una persona consciente y teóricamente informada. Dicho todo esto y consciente que es la última capa del tema ya que podríamos profundizar mucho más, cuando salió este tema, mis expectativa se han confrontado menos con la realidad a medida que he ido aprendiendo a desprenderme de lo que creía que ya conocía.
En mi última aventura me ocurrió algo muy interesante y triste a la vez, antes de entrar en Etiopía. Una chica que justo había pasado por allí un mes antes, contaba en sus redes sociales su mala experiencia sobre el país catalogándolo en primer lugar como país en guerra antes de entrar. A mí personalmente esos eslóganes amarillistas por personas que lo que buscan son “likes” y ser el embajador de según que marcas de motitos me afecta menos porque vivo en un país en guerra, pero yo sí sé que estas medias verdades son muy atractivas y enaltecen la aventura del interlocutor. Subió un video que he de reconocer que no quise ver donde tengo entendido que pareció sufrir un “ataque” por un pastor y luego se vio rodeada de gente que le pedían explicaciones. Verte rodeada de personas enojadas gritando otro idioma y si encima son negros y desde pequeños nos han enseñado que por estos lares el explorador es comido transportado como un un cerdo en un palo o lo cocinan en una olla, es normal que el pánico te acaricie. El consejo de esta persona, la cual iba a subir el video al día siguiente de nuestra conversación aunque ella ya estaba en Kuwait, lo cual no es trascendente, era que no entrara en el país. “¡Todos van con armas! ¡No tienen nada! ¡Las carreteras están muy mal! ¡No tienen gasolina!” Me decía en una videoconferencia. Yo le dije que para atrás no iba a volver aunque he de reconocer que me cagué. Mi situación era muy diferente; Una moto de 42 años de pata de arranque que si a la segunda patada no arrancaba tenía que esperar 10 minutos a que se secara la bujía. En caso de tener que huir estaba más que jodido. Me mostró un puerto en Kenia donde podría mandar mi moto a no sé donde. Al ver que no desistía en mi empeño me ofreció ayuda e incluso que le daría mi teléfono a un policía de España para que en caso de que yo desapareciese estuviesen al tanto. Que le informase de por donde iba y le dije que me siguiese en Instagram que por ahí sabría por donde andaba cada día, pero nunca lo hizo. Aquello que solo le suponía hacer un click en mi perfil, su orgullo, se lo impidió.
Con esa mochila de mierda en mi cabeza entré en la temida Etiopía y fue allí donde en medio de la nada bajo una lluvia infernal se me paró la moto. “y aquí es donde me dijo que no parara, que me iban a matar” Yo iba con un gallego que iba en un 4×4 y llevaba mi gasolina, porque cierto era que encontrar gasolina era complicado aunque el problema no es que no hubiese gasolina, lo que había que hacer es aprender a comprar gasolina en el mercado negro. Comprar gasolina sin que te diga el GPS dónde, simplemente preguntando e interactuando con los locales, como antes del asesino de aventuras llamado “celular”. Pueblo donde había tuk-tuk había gasolina. (Toda esta historia la explicaré más detalladamente en el libro que estoy escribiendo que se llamará “Ahora o nunca”) El caso es que aquello se solucionó con las personas que había allí, que aunque no nos entendíamos, pararon una pick up y el chico me llevó al siguiente pueblo para que me intentaran arreglar la moto. Las carreteras de mi ruta estaban bastante bien y si la expectativa era de encontrarme un camino de cabras y asesinos por todos lados, la realidad fue bien diferente pero tuve que ir a comprobarlo por mí mismo con una mochila de mierda que me habían colocado o mejor dicho… yo decidí cogerla y no supe desprenderme de ella. Para colmo de esta criatura escribió un texto donde afirmaba que yo estaba en contra de la mujer aventurera, utilizando a todas las de su mismo sexo con fines propagandísticos de su propia aventura, lo cual es totalmente falso, porque yo no estoy en contra de las mujeres aventureras, yo estoy en contra de los embusteros tengan el sexo que tenga. Nunca dije su nombre por redes sociales ni lo haré ahora mientras que ella si que puso “Un tal Búfalo” Está claro que le jodí con mi decisión de continuar y hacer caso omiso a sus consejos, el plan de poder escribir en vez de “Un tal Bufalo” a “ El Búfalo no ha pasado por allí después de mí” lo cual engrandecería su película. Otros chicos a los que tildó de ingratos por “abandonarla” en la frontera también fueron mencionados y ellos explicaron muy bien que en resumidas cuentas, lo que estaban era hasta los cojones de aguantar tanta tontería. En fin… que después de todo lo descrito y escrito, paradogicamente quiero darles las gracias desde aquí porque quizás de no haberlo pintado tan tan mal, no me hubiese gustado tanto Etiopía como me gustó. ¡GRACIAS!
Nunca le preguntes a otro viajero / aventurero como hizo esto u aquello porque aunque estén muy bien esas “dicas” esa fue la aventura de otro. Incluso en el tema burocrático las cosas cambian muchísimo. Meses después tengo entendido que el país ha puesto una especie de tarifa en la que tienes que pagar el valor del vehículo en dólares como garantía de que no vas a venderlo en Etiopía y supuestamente te lo devuelven en la próxima frontera. También me dijeron tajantemente que entrar en Angola me sería imposible sin el visado sacado desde España y no fue así. Otra gran diferencia fueron las expectativas sobre la gente de Rusia y la realidad fue muchísimo mejor que la expectativa.
Me acabo de acordar de una anécdota. Un colega mío tenía una novia que tenía una adicción que no era otra que la de Instagram. Me comentaba un tanto cansado e incluso podríamos decir que confuso que habían vuelto de un viaje donde su chica no había disfrutado absolutamente nada. Habían ido a una playa del Algarve porque su chica la había visto en Instagram y había que dado prendida por aquella instantánea, no instantánea, de aquella playa desierta. Al llegar se dio cuenta que no solo ella había visto la foto sino que miles de personas estaban allí en busca de lo mismo. Aquel chasco la hacía enfadarse e incluso abandonaron el lugar ya que la realidad normalmente defrauda a la expectativa, siempre y cuando tenga alguna. La relación terminó y estoy seguro de que aquella ruptura no fue posteada en redes sociales. Es lo macabro de Instagram… que el 99% es maravilloso e idílico.
Así que concluyendo está claro que la realidad es relativa y tú realidad quizás no tiene nada que ver con la mía. Sal ahí fuera como un lienzo en blanco y bebe de lo que vivas… aunque no me hagas mucho caso ya que mi realidad es solo mía.
Nosotros, (mi mujer, mi hijo , mii perro y yo mismo) desde hace dos años decidimos hacer algún viaje ,y la base es que no hay base, ni reserva,os hoteles ni salimos con rumbo fijo,, agarramos el coche , carretera y ya se verá, e más divertido 😁😁
seguro que lo más importante pasa… que será inolvidable!