Sinceramente es la primera vez que me siento aquí con ganas de escribir, aunque no se de que. Podría escribir de alguien y venerar sus logros o intentar hundirlo con un par de verdades. Pero esto es internet y parece ser que todo debe ser maravilloso. Tu mejor foto, tu mejor sonrisa, tus éxitos, tus aciertos… tus mentiras. Podría sentarme aquí y seleccionar las mejores fotos del viaje, las del encuadre perfecto, usar un programita de efectos y creerme fotografo. Podría sentarme aquí, colgar una foto rodeado de amigos con un mojito por testigo y crear la envidia de aquellos que cuelgan su chaquetón en el perchero. También podría decir que me siento estupendo y que mi vida es un círculo perfecto, un campo de rosas o el David de Miguel Ángel.
Pero ha terminado un ciclo. España ya no gana, el Rey tiene una joven y nueva voz, el bipartidismo sufre y bufalina necesita un dinero que no tengo. Estoy sin moto a esperas de Chilitrini, aunque quizás no pueda traerla porque económicamente está jodida la cosa. Después de tres meses parado, sin viajar, sin coche, sin vehículo, siento como unas raíces me atrapan durante el día y me sueltan de noche. Noctambulo. Vampiro. Un gato con ventanas a la calle y dueño permisivo.
Siento que necesito un empujón, aunque no se en que dirección. Siempre hacia delante, eso sí lo tengo claro. Necesito enfocar, apuntar, tomar impulso y lanzarme. Pero dónde, no lo sé. Andar, correr… marchar. Marchar sin huir. Aquello nunca fue la solución. Marchar para cambiar. Cerrar un ciclo. Lo sé, acabo de llegar. Lo sé, está el proyecto a Sudáfrica pero si no quiero malvenderme, tendrá que ser el año que viene y malvenderme no está en mi lista a seguir. Hay otros proyectos audiovisuales, pero mi parte ya terminé. Más de tres mil trescientos amigos en Facebook y más de novecientos cincuenta en Twitter pero me siento solo. Siempre he sido consciente de ello, son simplemente redes sociales y mucho es mentira. Tu mejor foto, tu mejor sonrisa, tus éxitos, tus aciertos… nuestras mentiras.
Mientras escribo estas lineas y miro el horizonte diviso en este dia claro un leve montículo detrás del mar. Puedo ver un microscópico faro que lo saluda desde este lado. Historia. Barcos piratas que observan el destello de Trafalgar desde el fondo del mar cada noche. Africa está ahí al lado. Parece que puedes tocarla. Catorce kilómetros nos separa y nunca te visité. Algo me llama desde el otro lado aunque no se exactamente cual es su motivación. He de ir. Iré. No se cuando pero lo haré. Tengo una mochila, un dedo pulgar y ganas, quizás no necesite mucho más. Y quizás tarde en volver.
Pues tira para Marruecos. Esta chulo, a mi me gusto.
A ver que pasa
Búfalo,
Tranquilo, eso también me pasa…son las ganas de marchar y no poder…de para tu vida y no encontrar la manera de arrancarla.
Yo creo que en cuanto uno menos se lo espera, salta la liebre! encuentras un poco de ayuda que te empuja para delante y zas! estás en Africa o en Koala Lumpur, da igual.
Y las redes son mentiras…para los mentirosos y envidiosos y los que utilizan a la gente y la engañan… Tu no eres así. Hay que poner la mejor y la peor cara, que los viajes no todo es (ni la mayoría del tiempo lo es) diversión y buena temperatura.
Yo te mando un empujón virtual y estoy a tu disposición para lo que creas que puedo ayudarte.
(No hace falta que publiques este post, es una respuesta para ti).
beso!
Muchísimas gracias guapa!!! Ya se verá que pasa 😉
Irás, eso se ve en cómo escribes. El cuándo y el cómo es lo que no es posible leer entre líneas porque parece esperar a un evento inesperado e impredecible. Otro tocho enterito sin un sólo taco, sigo sin salir de mi asombro! ¿Te estás domesticando…? jejeje. Saludos desde el sur pero hacia el otro lado. Mi pequeñaja de 2 ruedas ha pisado el norte de áfrica (sólo un finde, claro) y para ella y para mí fue mágico rodar esos poquitos km, porque aunque fueron poquísimos, el cambio cultural y de ambiente fue radical. Eso sí, tuve un éxito impresionante entre los ocupantes masculinos de los coches, pues una chica sola en su moto en la ciudad llamaba un montón la atención, aunque iba con un grupo con más moteros. 😉
Creo que te gustará muchísimo aquello. Esperemos que lo inesperado no tarde mucho en ocurrir.