Puedo vivir sin agua durante tres días. Varios más sin nada que echar a la boca. Puedo vivir sin sexo meses y sin amor minutos. Podría no besar por años aunque necesitaría abrazos semanales, pero vivir sin música, simplemente no sería vida. La música se ha convertido en salvavidas tras aquel naufragio de la memoria. La música te recuerda momentos pasados y marca presentes.

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VIDEO POR PERÚ, ECUADOR, COLOMBIA, EL SALVADOR

La música se ha infravalorado siendo prostituida sin respeto por mafias. Un efímero coctel 6 euros, un cancerígeno paquete de tabaco 5 pero un CD original y eterno 12 o 15 nos parece caro. La música como los olores definen un tiempo pasado que lo hace presente, con recuerdos he incluso una película la cual casi puedes tocar. La música en mis viajes, se ha convertido tan importante como el viaje en sí. He recorrido Perú a cámara lenta mientras Macaco entonaba cada uno de sus versos. He llorado con la Shica por la Patagonia y Antonio Martinez Ares me ha acompañado con su ” Yo y mi circus tancia” Coldplay me ha tranquilizado y creado una de las bandas sonoras de mi vida con su “Green Eyes” aquel día que me dio por enamorarme. Recordad Tijuana sin Manu Chao es absurdo. La música me ha hecho reír en velatorios y llorar en bodas. La música es esa fiel compañera a la cual le debo la vida y se que estará en mi muerte. La musica hace que el talón de tu pie se mueva recorriendo rítmicamente tu cuerpo transformando tu rostro. Fran Sinatra cantando el New York mientras entraba en la gran manzana.
La musica; esa mujer sin sexo con la que hago el amor todos los días. La música mi compañera en los buenos y malos momentos. Gracias a la música vivo, recuerdo y muero. Gracias a todos los que la hacen posible. Gracias por acompañarme en cada centímetro, minuto y mirada. Gracias porque sin ti, simplemente yo no podría vivir.