Al final me decidí por está KLR de 250.

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El del carrito comiendo el helado soy yo… y esta foto ha aparecido aquí en Sudáfrica.

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Quizás un poco más cara de lo que podía permitirme, pero teniendo en cuenta que la estancia, en casa de mi prima está saliendo gratis, que ha llegado un nuevo patrocinador y que a esta moto no hay que hacerle absolutamente nada, ya que tiene aceites y filtros nuevos, ruedas y kit de arrastre nuevo y el tipo me ha quitado 300Euros… por lo tanto, aunque sea una cilindrada pequeña, y que no tenga arranque electrónico, es la mejor opción. Las otras motos que había no me daban confianza alguna o necesitaban bastante dinero encima entre ruedas y arreglos. De la KLR 250 c.c uno de los inconvenientes es su pequeño tanque. Es enano, quizás le entren unos 12 litros, por lo tanto hay que buscar la manera de llevar gasolina extra y teniendo en cuenta que hay que poner los soportes para la tabla y los tiestos…. hay que ingeniársela muy bien.

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Para ello cuento con otro motero y genio de las artes. El Hermano de mi abuelo, Manolo, que en el siguiente video podréis ver lo que lleva haciendo desde hace unos 20 años, el solo y con sus propias manos.

Lo de que había sido motero ha sido una sorpresa para mi bastante gorda, porque nunca vi a mi abuelo conducir, ni tan siquiera un coche, mientras que su hermano se movía en moto por Rio de Janeiro hace ya mucho. Por lo tanto es un orgullo para mi, que parte de mi familia ponga sus manos en esta aventura y esos momentos nunca se olvidan. El llegó aquí hace unos 40 años y llego yo ahora con esta aventura en mente, uniendo su país de adopción, con su país de nacimiento. Espero que mi abuelo, esté donde esté, pueda ver esto que está pasando y lo que ocurrirá por África.