Llegó el Lunes y la cita de Yuma con el taller Suzuki Kawasaki de East London, concretamente en Bacon Bay. Warren ya había sido avisado por John Castello y me estaba esperando. Directamente se pusieron manos a la obra. Me trataron muy bien desde que llegué, ofreciéndome un café que no rechacé e incluso algo de comida, pero había decidido que ese mismo lunes empezaría a cuidar mi alimentación, porque aunque hubiese perdido 5 kilos, la moto necesitaba quitarse al menos 10 más.
Abrieron y sacaron el embrague, lo limpiaron, le pusieron un aceite entre plato y plato, colocaron todo y aquello era otra historia. La moto iba perfecta, cada una de las marchas entraban suavemente, sin rechistar, sin durezas… una tranquilidad para mis sentidos. Mientras esto ocurría, un tipo se interesó por mi aventura y al preguntar por la ruta, no supe que decirle, ya que depende todo de que pueda entrar en Angola o no. Me pidió el e-mail y se fue tal como vino.
Warren me dio un litro de aceite nuevo, arregló también unos manguitos que estaban defectuosos y limpiaron la moto. “Cero” tienes que pagar. Warren no quiso cobrarme nada del trabajo realizado incluyendo los materiales y aceites empleados por el simple gesto de querer ayudarme en esta aventura. Estoy eternamente agradecido.
La idea era llegar a Jeffrey´s Bay, una de las mecas del surf de este mundo, lugar mundialmente conocido por surfistas. Salí tarde de East London y llegué hasta Alexandra un pueblecito a cincuenta kilómetros pasados de Port Alfred y ya bajo el manto de una noche que se me antojó temprana. Busqué un Backpackers donde poner la tienda, pero el único que había se encontraba a 16 kms dentro del bosque y por un carril. Deseché esa opción por miedo a caer y partir la tabla… así que probé suerte en un Hotel. La noche costaba unos 300 Randz, unos 23 Euros, los cuales son una fortuna para este viaje. Cuando ya estaba pensando buscar un lugar donde poner la tienda de campaña, sonó el teléfono alertando de un mensaje. “Puedes quedarte en Port Alfred, David Macgregor te ofrece un lugar” De nuevo Jonh Costello movía sus hijos para seguir tejiendo esta cadena de Angeles.
Volver 50 kilómetros atrás no me hacía ninguna gracia, pero poner la tienda en un lugar desconocido y en plena noche… aún menos, así que decidí volver.
Llegué a Port Alfred. En una gasolinera me recogió David. De aquella Opel Combo bajó un tipo alto y sonriente en un rostro duro de pelo largo y mirada penetrante. “Bienvenido, para mañana se están cocinando muy buenas olas, sígueme”
Llegamos a la casa de “Los Macgregor” y se respiraba surf por todos los costados. En la entrada, decenas de tablas. Su casa, una cabaña y buena energía. Inmersos en la naturaleza vivía esta divertida familia que vive por y para el surf. “Puedes quedarte un par de noches si lo necesitas… es gratis”
Eso hice. Pasamos dos dias maravillosos donde surfeamos en Port Alfred una preciosa ola que nace junto a un espigón. Entrar al pico es facilísimo y las olas son realmente buenas. David me comentaba que quizás no es la ola más conocida de Sudáfrica, pero que sin duda es de las mejores. Pronto, quizás antes de que termine este año, la cabaña donde dormí estará totalmente terminada, los baños… y tengáis la posibilidad de disfrutar del surf camp que está a punto de nacer en Port Alfred a manos de esta maravillosa y simpática familia. Yo lo veré.
Continuando la cadena de favores, David me dijo que conocía a un tipo en Jaffrey Bay, que lo llamaría y que le preguntaría si podía ayudarme con el alojamiento. Un surfista de los años 60 y que ahora era fotografo en Súper Tubos a sus algo más de 60 años. La respuesta de este señor llamado Robbie fue afirmativa. “Llámalo al llegar” Y se quedó terminando una entrevista que me hizo para un diario sudafricano.
El viaje a J-Bay fue tranquilo, sin problemas y precioso. Lo primero que hice al llegar a la ciudad fue lo que le prometí a mi colega Alejo.
Ya en la pequeña ciudad, llamé a Robbie. En cinco minutos llegó al encuentro. Su voz, de estas personan que no quieren molestar, y muy cariñoso en sus gestos. “Vamos a dejar la moto en casa de mi chica y vamos directos a Súper Tubos, hay olas”
Una vez en la mítica playa, Robbie señaló orgulloso su playa “Esta es mi oficina” Directamente percibí que era conocido en la zona. Imaginé lo que interpretarían o lo verían, “como aquel señor
que siempre va por la playa” junto sus dos amigos: su cámara y su perro. La energía de humildad y amor que desprenda esta persona me aplastó por un momento. La gente se le acercaba para pedirle unas fotos que puede que haya cazado. Algunos piden permiso para publicar sus fotos y otros me parece que no… (Da igual… Robbie no se enfadará nunca)
Hablamos. Esa noche hablamos de todo un poco. De la vida, los hijos, la montaña rusa que se convierte la vida a veces. “Quiero volver a surfear” espetó repentinamente. “Me has inspirado, me pondré en forma y volveré a surfear” -¿Tienes tabla? y su respuesta fue afirmativa. Sabía que tenía neopreno porque me prestó uno ese mismo día tras un fatídico intento de comprar uno. -Mañana tengo que comprar el neopreno, sí o sí. Cuando lo tenga, nos vamos los dos al agua. ¿De acuerdo? – Sí.
Me hice con el neopreno. Por fin. En la tienda donde trabaja Murray un tipo que conocí hace más de 4 años y en el mismo establecimiento. Me hizo un descuento y por poco más de 200€, que es un pico para mí, tenía un traje perfecto que me hubiese costado el doble en España. Llamé al Robbie. -Ya lo tengo. Vamos a surfear… – Y por un momento se desinfló… – Mejor mañana, hoy parece que está un poco grande para empezar…. – No Robbie… vamos a ir hoy por lo menos a remar.- Eso de remar y eso de la tabla de surf lo había visto Robbie desde hace mucho a través de su objetivo, pero hacía más de 40 años que no lo practicaba. Lo convencí y fuimos…. Este es el resultado.
Yo me quedo aquí hasta mañana para poder comprar el periódico donde salgo y mandar un ejemplar a cada uno de mis hijos y padres… Y mientras escribo esto, recibo un e-mail del tipo que se fue tal como apareció en East London, con el correo de un club motociclista de Angola que está dispuesto a ayudarme con el tema del Visado… y voy a ser tito de una niña.
Desde luego, amigo, que es imposible pasárselo mejor. Enhorabuena y gracias por tus enseñanzas, bien recibidas desde el lado del mundo “mezquino”.
Angel.
Into the wild…..into the wave! Kisses!!!