Como el que ve la botella, podemos decir que un año más o un año menos se divisa al final de este paisaje enrarecido. Nos han guiado, mostrado e inculcado que cada año, cada día uno de Enero hay que llenarlo de nuevos proyectos e inyectamos nuestro cuerpo la suerte en forma de uvas. Yo he desaprendido todo esto. Su formato ha dejado de gustarme o quizás nunca me gustó… y si me arrepiento… pronto llegará el nuevo año, aunque sea el Chino.
Sin lugar a dudas este ha sido un año extraño para mí. Este añoempezó en Tok, Alaska donde pasé un enrarecido fin de año harto de nieve. Chilitrini sin amortiguador central, ni freno trasero, sin luz trasera…. y un montón de problemas más en aquel solitario lugar. Eso sí, jamás olvidaré aquella conversación con mi amigo Juan Ochoa.
Esté año parece ser que lo pasaré en el norte de España, terminando de arreglar el piso del banco, para intentar alquilarlo a alguien y poder seguir pagándoselo al banco… aun no lo entiendo pero es lo que hay. El fin de año fue una de mis fiestas favoritas hasta que me di cuenta que el fin de año era un dia más. Me estoy haciendo viejo, lo sé. De joven era sinónimo de fiestón, amigos, resaca… aunque mirando atrás, ahora que me acuerdo… la mayoría los trabajé en la hostelería. ¡Vaya mierda! ¿No?
Si el secreto de la felicidad es vivir el momento, el segundo en el que vivimos, ¿Que hacemos celebrando un fin de año? Es contradictorio. Contradictorio como que el sistema te obliga a desayunar rápido, comer rápido, trabajar rápido, vivir rápido… pero que vayas a la mitad de la potencia de tu coche o moto. A mi el fin de año me da igual… o no… o no lo sé. Aún así, y después de todo lo que os he dicho que no ha sido nada… permitidme que os desee un Feliz Año Nuevo, lleno de Salud y vivencias… Lo demás es secundario… o mejor…Os deseo 365 amaneceres llenos de sonrisas, 365 noches calientes en todos los sentidos, 365 aventuras, 365 con lagrimas de alegrías y ninguna de tristeza. Os deseo 365 dias de mariposas, 365 dias apuntando con las comisuras al cielo, 365 dias de comprensión, paciencia. Que las 365 cenas sean especiales sin importar los ingredientes que allí se encuentren. 365 desayunos en la cama. Os deseo 365 de atardeceres hermosos, ninguno de los 365 con nostalgia. Como sepáis, como creáis espero que seáis felices cada uno de esos 365 dias del año. Yo aportaré lo que pueda. Gracias por estar ahí una vez más.
Otros 365 de los buenos para tí.
Por supuesto, espero, no todos, que sería muy pesao, pero si unos cuantos tener noticias de tus aventuras y tus historias que a muchos nos llenan y nos hacen creer en los seres humanos… jeje… Si… Lo eres!!! jajajaja…
Pues eso. Sabemos que los 365 no pueden ser felices, que seguro que tendremos un ratito de bajón, pero que sean los menos.
Un abrazo!!!
Muchas gracias amigo!! Y gracias por estar ahí apoyando. En este año le daremos caña a la web más a. Menudo para tener al personal informado. 😉