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Lo bueno de estas tecnologías es que puedo escribirte desde prácticamente donde quiera. Yo, que renegué de lo smarphone ahora escribo desde uno de ellos. Es una gran herramienta, no lo dudo, pero puede ser como un cuchillo; amigo del carnicero y enemigo del acuchillado. Es la primera vez que os escribo desde el teléfono, objeto que nació para que nos habláramos y ha terminado por hacernos escribir, lo cual no es válido para todas las persona, porque no todos saben escribir y todo se puede malinterpretar. (También los hay que hablan mucho sin decir nada) Este puede ser el eterno debate y aburrido… Todos sabemos que tenemos entre manos pero hoy, me encuentro en un maravilloso lugar con unas vistas hermosas, escuchando una música hermosa y pudiendo dejar esto en la red con el único objetivo de saciar, quizás lo que los solteros anelamos… Ser escuchados por alguien, cuando tienes ganas de expresar una sensación en un momento concreto, aunque también hay personas con parejas que se sienten más solo que yo en este momento maravilloso. Quizás esta entrada en la web carezca de sentido, simplemente o quizás no llegue a reflexión. Ya que estamos, he tenido un sueño. Ayer veía en internet un programa de las carreteras más peligrosas del mundo y quedé dormido, y ese puede ser el motivo de este sueño… O no.

 

Fui a visitar a mi hijo que extrañamente vivía en EE.UU. Estuve con el unos días y mientras estaba en el colegio, su tía me dejo una vespa. Era un modelo antiguo y restaurada en colores negro y verde. Y me dijo que podía usarla para mi viaje a África, y acepté. El día que me disponía a marchar, me fui a surfear como todas las mañanas, pero esta vez subí a una colina y tuve un punto diferente la playa y me di cuenta que a tan solo unos metros de donde normalmente surfeeba, rompía una ola enorme y perfecta, la curva de la costa ayudada por unos árboles, habían impedido dejarme ver aquella maravilla. Me metí alli a practicar surf. Era hermoso. Mientras me divertía, fui consciente que iba a perder el avión que me enviaba a África… Lo deje ir, sonreí y continúe surfeando.

Al despertar, me quedé pensando en la cama. ¿Que estoy haciendo con mi vida? ¿Que he perdido en este tiempo, aun sabiendo que es lo ganado? ¿Compensa? Da igual… Quizás sea mejor no pensarlo, quizás sea mejor seguir viviendo. Sintiendo… Y esto es lo bueno de  estos teléfono para escribir, que al igual que los sueños, las cosas también se pueden “bieninterpretado”.