Cuando viajamos lo hacemos para vivir experiencias, conocer gente y otros lugares. Cuando a uno le quitan su máquina de generar experiencias, la monotonía se hace dueña de tu vida ejerciendo de titiritero sobre ellas, que parecen obtener ese color opaco de tonos grisáceos. Los viajeros estáticos, nos masturbamos con fotos del pasado con la carencia de esa mujer llamada aventura. Recuerdos, nostalgia, alegría pero también frustración de la realidad donde surge este acto.
Pero le he dado la vuelta. He aceptado que aun queda para el siguiente viaje y mirar un calendario cada día, es una forma tangible de perder el tiempo. ¿Cómo le he dado la vuelta? Viajando desde mi casa. Por suerte para mí y por desgracia para mis riñones, vivo, si no me equivoco, en el tercer pueblo más visitado de España y eso significa, que yo no viajo, pero lo hacen los demás donde casualmente estoy yo.
Siempre salgo solo, no tengo un grupo de cerrado de amigos, por lo tanto no salgo solo, estoy con todo el mundo. Extraño ¿Verdad? Pues es así como ocurren las cosas más insospechadas. Así es como el que viene de fuera, te cuenta de donde es, de como llaman a ciertas cosas en su tierra… También, uso la página de Couchsurfing, que consiste en prestar el sofá a otros viajeros, te cuentan su viaje y compartes unas cervezas a cambio o un plato de comida. Mi balcón se ha convertido en un regadío de personas conocidas o desconocidas. Risas e incluso conciertos improvisados. Por ejemplo, una mañana pasaron tres chicos preguntando por el Burguer King de los cojones y les invité a pan con aceite y ajo. Aceptaron y reconocieron que fue inolvidable.
Con mi amigo Ismael y Fernando, dedicados al mundo del cine, reconocieron vivir una experiencia única en balcón de la bufalocueva, viviendo escenas de amor, cómicas, irracionales… como un espectador, un espectador de la vida y el ser humano. Experiencias. Hay que crear experiencias. Hay que esquivar la monotonía. Aunque parezca difícil, me he dado cuenta que hacer lo inusual, es cuando se comienza a vivir. Algunos dicen que estoy loco por meter a desconocidos en casa, yo pienso que esquivar experiencias por el miedo, es la auto privatización de una parte de la vida; el convivir.
Porque considero que convivir, intercambiar opiniones con personas nuevas o ya conocidas, es un modo de viaje, El Viaje estático.
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