No hace mucho, no recuerdo dónde, y quizás sea lo menos importante, saltó un debate sobre la diferencia entre aventura y turismo en moto. La verdad es que aunque parezca fácil diferenciar una cosa de otra, cuando empiezas a desmenuzar la cosa se complica. Yo soy de los que busca aventura, reconociendo que a veces me he pasado de rosca y reconociendo tambien que un par de veces concretamente, envuelto en dicha aventura, yo mismo me he dicho lo de “Que cojones hago yo aquí… y así” Si dices que turismo en moto es viajar con la cartera llena, con una buena moto, con fecha de llegada… algunos viajeros se pueden ofender, ya que algunos han salido así y no todo ha salido como lo han deseado, haciendo que una frontera a punta de pistola o un accidente, adquieran un tono aventurero. Yo respeto todos los viajes y que cada uno lo haga como pueda y quiera.
Yo siempre digo lo mismo a quienes me preguntan “Si quieres una aventura no tienes que irte a otro continente, coge 20 euros, sal de tu casa he intenta llegar a la otra punta del país” Otras preguntas son si preparo los viajes. Preparo lo justo, lo mínimo porque si se que ocurrirá en cada momento… para eso me voy a Marina Dor´s. Para mí una aventura es la sorpresa que te espera en el siguiente minuto. Para mi una aventura es un reto no forzado, el cual se va construyendo inconscientemente y aleatoriamente cada segundo. Una aventura es una incertidumbre continua que pone los pelos de punta. La aventura es adictiva. En una aventura no hay horarios de comida ni relojes que la organicen. Está llena de personas con las que no has quedado, simplemente el azar os presenta.
Turismo en moto y siempre desde mi punto de vista. Es cuando tienes 15 días libres, has ahorrado un dinerito y sales de tu casa con los hoteles ya concertados, la ruta al milímetro y con información suficiente para ver la estatua de turno o el cuadro de menganito después de esperar una hora en la cola del museo. No es ni mejor ni peor… simplemente es diferente.
Todo esta reflexión para contar como cojones terminé en una canal Ruso haciendo una tortilla de patatas y un salmorejo. Aquello fue en mi primer viaje; la vuelta al mundo. Todo apuntaba a aventura desde el primer minuto. Una KTM Adventure del año 2000 que pagué 2000€ por ella y que el dia que salí, fue el primer día que conducía una moto con maletas, nunca lo había hecho antes. Aquello se movía demasiado y no tenía cojones de pasar de 90 km/h. No sabía como iba a cruzar cada charco y jamás pensé que iría a Corea del Sur… pero así son las aventuras ¿No?
Al cruzar la frontera entre Ucrania y Rusia, justo en tierra de nadie, la moto empezó a fallar. Unos chicos me esperaron al otro lado de la frontera para ayudarme. Terminé en un taller al otro día, después de dormir en un coche con un desconocido. Mika, este desconocido que el azar me presentó, me dejó el teléfono de otro chico de Kavarosh, justo al otro lado del ancho país. Este me dio otro teléfono de otro chico de Vladivostok y cuando estaba a 20 kilometro de llegar al puerto… Lo usé porque la moto se paró. En una pick up llegaron dos tipos. Un punk, Leo y un Rocker, Sasha. Aquel encuentro forjó una amistad que continua hoy dia después de unos 3 años, después de aquellas dos semanas de convivencia. En aquella semana dormía en casa de uno y de otro. Me llevaron a conciertos y fue ahí cuando me llevaron a ese programa de cocina donde hice una tortilla de patatas y un salmorejo. El programa fue un éxito. No por nuestra deliciosa gastronomía, que lo es, sino porque el traductor era el Punk con su cresta y mis nervios hicieron lo demás. Esto hizo que me llevaran a un concierto de un famoso grupo; Moummy Troll, el cual había disfrutado mucho con el programa y tambien mi amigo Leo, era el telonero. La gente me había visto en la tele y al sacarme al escenario, gritaron creando uno de los momentos más mágicos de aquella aventura. Mis segundos de gloria ante miles de persona.
Y para mí esto es una aventura. Si alguien me hubiese dicho que terminaría en Rusia en un programa de cocina haciendo una tortilla de patatas y un salmorejo… me hubiese hartado de reír y por supuesto no lo hubiese creído… pero ahora, soy consciente de que todo puede ocurrir en una aventura, porque no hay nada preparado. ¿Entendéis mi adicción a la aventura?
Toda una sorpresa el último vídeo, de una etapa anterior a que yo empezara a seguirte, y que por tanto no conocía.
Momentos como el del concierto se recuerdan con una sonrisa toda la puta vida, y quizá sólo por ellos, merezcan estos viajes la pena.
Ya sólo me faltaría ver el vídeo del episodia de las katanas y mi dicha bufalera sería completa… 😉
Grandes verdades camarada Búfalo 🙂
Una aventura es auténtico, te pasa de todo y en mi caso evolucionas mucho 😉
Turismo…., nunca me gustó, es más de lo mismo, ver cosas quizás wapas pero sin aventura y todo organizado, no me va 🙁 , .
Cuando se vive la aventura al final no hay nada como el azar y viajar, todos los momentos son auténticos 🙂 🙂